Artículo escrito por Vivianne Crowley para su columna “Greening the Spirit” en Patheos.com Traducido al Español por Madelaine Benítez (LaMadduk)
El amor me otorga una visión elevada de la verdad …
(Giordano Bruno, ‘De l’Amore’ 1584, 2004 ed., 14)
El día jueves 17 febrero de 1600, las cenizas del monje italiano Giordano Bruno, víctima de la Inquisición, fueron elevadas por la brisa hacia las ventanas de los residentes de Campo de ‘Fiori en Roma.
Los movimientos religiosos y políticos, todos tienen sus mártires: quienes mueren antes que renunciar a lo que para ellos es la verdad. La mayoría de nosotros no vivimos bajo sistemas políticos y teológicos que nos vayan a matar si no estamos de acuerdo con ellos, pero algunos de nuestros hermanos y hermanas fuera del mundo Occidental si viven bajo tales regímenes.
En estos primeros días del renacimiento Pagano, en Occidente todavía requerimos coraje para manifestar nuevas ideas en una sociedad que a veces es hostil y escéptica. El recordar a nuestros héroes puede ayudarnos a encontrar el coraje que necesitamos.
Entonces, ¿quién era Giordano Bruno?
Giordano Bruno (1548-17 de febrero de 1600), renegado monje Dominico nacido en Nola, a las afueras de Nápoles, y bautizado como Filippo. Cuando niño tuvo experiencias místicas y vio espíritus en las playas y en las colinas cubiertas de laureles del volcán del Monte Vesubio. Las semillas de una naturaleza mística Pagana estaban allí, pero, al igual que otros niños espirituales e intelectuales de la época, fue dirigido hacia una carrera en la Iglesia. A los 15 años ingresó en un monasterio Dominico, donde fue rebautizado Giordano. La orden de los Dominicos no fue la opción más sabia. Se dedicaba a la ortodoxia religiosa, tanto así que se la había puesto al frente de la Inquisición. No era un lugar para la mente inquisitiva. El joven Giordano era brillante, muy brillante y subversivo. Animó a sus compañeros seminaristas de leer más allá de los confines de los textos autorizados. Esto, junto con una obra satírica sobre la corrupción en la Iglesia, trajo sobre sí mismo la ira de sus superiores. Luego de haber ocultado un libro herético en la letrina, tuvo que salir escapando a muy poco de ser arrestado por herejía.
Sombras de Ideas
Los centros de desafío a la Iglesia de Roma fueron los países que estaban volcándose rápidamente hacia el protestantismo. Giordano esperaba encontrar refugio seguro en Suiza o Alemania, pero los nuevos protestantes le parecieron tan fanáticos e intolerantes como los católicos que había dejado atrás. Giordano encontró un clima más liberal y hospitalario en París, donde el rey estaba suficientemente impresionado por sus conferencias, hasta el punto de ofrecerle un profesorado. Esto le dio la oportunidad de terminar una de sus primeras grandes obras: De umbris Idearum-Sombras de Ideas (1582), basadas en la República de Platón. El libro establece un sistema de memoria utilizando imágenes del zodiaco, los treinta y seis decanatos celestiales descritos en el libro de Cornellius Agripa “De occulta philosophia”; el cual revela la profundidad de las ideas heréticas de Giordano. El cristianismo tuvo una visión muy diferente de la Tierra y su lugar en el cosmos de la que tenemos hoy. Para los teólogos, no había más que un cosmos – el que habitamos, que fue creado por un ser divino en seis días, con el planeta Tierra en el centro, y los seres humanos en la cumbre de la creación. El problema era que la gente había inventado el vidrio y lentes, y la capacidad de utilizarlos para observar los cielos. Desde el siglo 16 en adelante, ya que se construyeron más y más telescopios, unas simples observaciones mostraron que la cosmovisión religiosa estaba equivocada. El astrónomo polaco Copérnico ya había declarado que el Sol y no la Tierra era el centro de nuestros cielos. Giordano Bruno estaba dispuesto a ir más allá.
En la corte de la Reina Virgen
Giordano fue más lejos geográficamente, hasta Inglaterra. A la edad de 35 años, llegó a Londres, se unió a la casa del Embajador de Francia, y fue recibido en la corte de la Reina Isabel I. La corte Isabelina fue en muchos sentidos un hogar ideal para la visión de futuro. El mago y matemático Dr. John Dee era el astrólogo personal de Elizabeth. No sólo los hombres en su corte, sino que las mujeres como Maria Sidney Herbert, condesa de Pembroke, eran filósofos, escritores, o tenían fuertes intereses en la ciencia, la alquimia y la magia. En la Universidad de Oxford, Giordano fue invitado a dar una conferencia sobre la inmortalidad del alma. Esto no era nada excepcional, ya que era una creencia estándar del tiempo, pero las ideas de Giordano de la inmortalidad abrazado la reencarnación no encontraron el favor de los académicos de Oxford.
La popularidad de Giordano se desvaneció, pero su estancia en Inglaterra le permitió escribir y publicar algunas de sus obras más importantes, incluyendo a “De la causa, e Principio uno”-Causa, Principio y Unidad; y “De l’infinito universo et Mondi” – En el Universo y mundos infinitos. El desafiar las ideas del universo avaladas teológicamente ya eran de por sí bastantes peligrosas, pero Giordano fue más allá de la ciencia. Si la cosmología del Cristianismo estaba mal, entonces la religión debía revisarse y revivirse. Nosotros no necesitábamos el protestantismo, argumentó, sino una nueva forma de religión, basada en formas de deidades evocadoras que hacían juego con las nuevas revelaciones científicas. Necesitábamos una religión basada alrededor del sol.
¿Dónde se podían encontrar las semillas de tal religión? En “La Expulsión de la Bestia triunfante”- Spaccio trionfante bestia della (1584) – el dio la respuesta: estás estaban en el Paganismo del Antiguo Egipto, por supuesto. Lo que era obvio para Giordano debe ser obvio también para otros, si tan sólo pudiera conseguir una plataforma para convencerlos.
No universo sino multiverso
Ninguna de las opiniones de Giordano levantaría una ceja hoy. De hecho, fue en un sentido un profeta del avance científico, previendo muchas ideas contemporáneas sobre la cosmología. El universo no es finito, argumentó, pero infinito. No hay un solo universo, sino un multiverso – un número infinito de universos que contienen soles infinitos con planetas habitados como el nuestro, y las estrellas de la noche son los soles de otros universos. Pero Giordano tuvo la desgracia de nacer adelantado a su tiempo, un momento en que la libertad de expresión no era un núcleo ideal de los países occidentales; un tiempo en el que decir cosas que fueran en contra de la teología imperante podría resultar en tortura y muerte. Engañado para regresar a Italia, Giordano fue rápidamente detenido, puesto en reclusión por varios años; y el interrogatorio tomó lo suficiente hasta que se haya elaborado una lista definitiva de los cargos. Además de negar varias doctrinas católicas, Giordano fue acusado de creer en una pluralidad de mundos y su eternidad, en la metempsicosis y la transmigración del alma humana en animales; y el manejo de la magia y la adivinación. Sus crímenes eran la ciencia y el Paganismo. El 17 de febrero de 1600, Giordano pagó el precio por sus ideas y fue quemado en la hoguera, después de haber declarado desafiante a sus jueces:
“Tu tiemblas más quizá en pronunciar esta sentencia que yo al recibirla.”
Giordano Bruno citado en la carta de Kaspar Schoppe a Konrad Rittershausen, Roma 17 de febrero de 1600 (Spampanato 1921, 801)
‘Oh mente, …te convertirás en fuego ardiente.»
Corto, ligero, pelirrojo y pugnaz, uno de los primeros libros de Giordano Bruno fue La Cena de le ceneri – La Cena del miércoles de ceniza (1584), en la que primero intuyó las implicaciones radicales para la teología del universo heliocéntrico de Copérnico. Poderosas imágenes de fuego y cenizas jugaron un papel importante en su escritura. Su fin, en fuego y cenizas en el día después del Miércoles de Ceniza de 1600, fue terrible; pero tal vez de alguna manera presentido.
Pero no fue una derrota, Giordano quemado, porque su recuerdo sigue vivo en las mentes y los corazones de todos aquellos que encuentran en la ciencia no un desafío a la espiritualidad, sino la maravilla, la majestuosidad, y reverencia.
Porque de las cenizas del fuego, el Fénix renace, y de la muerte viene nueva vida, aunque en otra forma. Vivianne Crowley (1984)
Referencias
Bruno, Giordano. Cause, Principle and Unity, and Essay on Magic. Cambridge University Press. Richard J Blackwell. Edited by Richard J. Blackwell. Translated by Richard J. Blackwell. Cambridge: Cambridge University Press. First published 1584-5, 2004.
Crowley, Vivianne. «Review: ‘Cause, Principle and Unity’ by Giordano Bruno.» Heythrop Journal 41, no. 2 (April 2000): 252-253.
—. Wicca: A comprehensive guide to the Old Religion in the modern world. 2nd edition. London: Element/HarperCollins. First published 1996, 2003 ed.
Firpo, Luigi. Il processo di Giordano Bruno. Napoli: Edizioni Scientifiche Italiane, 1949.
Spampanato, Vincenzo. Vita di Giordano Bruno: con documenti editi e inediti. Messina: G. Principato, 1921. Bruno, Giordano. Cause, Principle and Unity, and Essay on Magic. Cambridge University Press. Richard J Blackwell. Edited by Richard J. Blackwell. Translated by Richard J. Blackwell. Cambridge: Cambridge University Press. First published 1584-5, 2004.
Crowley, Vivianne. «Review: ‘Cause, Principle and Unity’ by Giordano Bruno.» Heythrop Journal 41, no. 2 (April 2000): 252-253.
—. Wicca: A comprehensive guide to the Old Religion in the modern world. 2nd edition. London: Element/HarperCollins. First published 1996, 2003 ed.
Firpo, Luigi. Il processo di Giordano Bruno. Napoli: Edizioni Scientifiche Italiane, 1949.
Spampanato, Vincenzo. Vita di Giordano Bruno: con documenti editi e inediti. Messina: G. Principato, 1921.
Artículo escrito por Vivianne Crowley para su columna “Greening the Spirit” en Patheos.com Traducido al Español por Madelaine Benítez (LaMadduk)
Pingback: Artículo: En memoria de Giordano Bruno, Mártir por Vivianne Crowley « Wicca Tradicional