Artículo escrito por Vivianne Crowley para su columna “Greening the Spirit” en Patheos.com Traducido al Español por Madelaine Benítez (LaMadduk)
Me llamo un gran Eros, fuente del dulce placer,
Santo y puro, y encantador a la vista;
Acelerado y alado, impetuoso deseo feroz,
Con los Dioses y los mortales jugando, el fuego errante…-Thomas Taylor, trad. (1792) Los himnos Orficos, p.189.
Al entrar en la última parte de mayo, nos adentramos en el signo astrológico de Géminis, los Gemelos. Géminis para la tradición misteriosa de occidente se asocia con la carta del tarot de Los Amantes. Las imágenes tradicionales de la Carta muestran una pareja de pie, debajo de lo que puede ser un ángel como el Dios Griego Eros o Cupido en su forma romana, en una ceremonia de matrimonio o de compromiso.
A medida que el sol entra en Géminis, estamos posicionados entre Beltane y el verano, que representan dos tipos de matrimonio. Beltane es la época del matrimonio de la Diosa de la primavera y el Dios. Es un momento cuando el ser se exterioriza hacia el otro para crear una asociación de dos iguales. El Verano es una celebración de las bodas del Rey Solar con la Tierra, en preparación para el sacrificio de Lammas. ‘Realeza’ en un sentido espiritual, no se limita a un género u otro; y no es cuestión de poder o «poder-sobre”. Representa la voluntad de aceptar la responsabilidad por el bien mayor del todo y para servirle. Es una manera de exteriorizar y llegar hacia afuera, desde el ser más pequeño hacia el resto del mundo; y la voluntad de participar para crear una unión con la totalidad: la familia, la tierra, el planeta, la gente.
Mantén puro tu más alto Ideal: esfuérzate siempre hacia él
Los Amantes representa un deseo humano básico por la unión con aquello que no es el “yo”; pero para hacerlo bien debemos unir las distintas partes de nosotros mismos. Al igual que una unión externa, Los Amantes pueden representar una unión íntima entre el ego, esa parte de nosotros consideramos como el «yo», y el ser más profundo que abarca todo lo que somos, tanto lo bueno como lo malo.
Una meta de la búsqueda espiritual es encontrarnos a nosotros mismos, lo que somos y quiénes somos realmente; hacer amistad con nosotros mismos y tratar de hacer evolucionar ese «yo» hacia aquello que sentimos como lo más querido: nuestro más alto ideal.
Los Amantes pueden representar a la auto-aceptación de nuestras fortalezas y debilidades, nuestro potencial y limitaciones, nuestros impulsos a la conducta altruista y amorosa, y nuestros impulsos hacia el egoísmo y la destrucción. La autoaceptación no significa que no queremos cambiar y crecer. Podemos aceptar lo que somos, mientras que seguimos en la búsqueda de evolucionar y crecer en armonía con lo Divino dentro de nosotros.
Escila y Caribdis
Para crear el matrimonio interno, tenemos que navegar por el complicado paso entre lo que el psicólogo Carl Jung llamó la Escila y Caribdis de la inflación del ego: pensar que somos más importantes y especiales de lo que somos, y la deflación ego: la creencia de que estamos dañados y que somos inferiores a los demás.
Escila y Caribdis aparecen en las canciones del antiguo poeta pagano y Griego Homero y fueron un banco de roca y un remolino en lados opuestos del Estrecho de Messina, entre Sicilia y la península italiana. Tomó valor y habilidad el navegar entre ellos sin ser aplastado contra las rocas de Escila o ser succionados en las profundidades acuosas de Caribdis. En nuestro viaje espiritual, nosotros también debemos navegar por este pasaje truculento; una vía intermedia entre la aceptación de nosotros mismos tal como somos y sin necesidad de ser arrastrados a pensar en nosotros mismos como mejores o peores que otros. Debemos entonces “casar” estos dos aspectos de nosotros mismos, inferioridad y superioridad, hasta que por fin nos vemos a nosotros mismos como realmente somos.
La individuación y el matrimonio alquímico
El matrimonio interno es una transformación alquímica de la materia base de la personalidad y hacia el oro espiritual. Es un proceso que Carl Jung llamó «individuación». Nos desprendemos de las falsas imágenes de nosotros mismos creadas por nuestro medio ambiente y por las visiones proyectadas de los padres, maestros, amigos y amantes. Nos desprendemos de la Persona, la máscara de protección que ponemos para enfrentar al mundo. Nos enfrentamos a la sombra, nuestra propia negatividad interior. Aceptamos nuestro lado contra-sexual, Anima y Animus. Nos apropiamos como nuestros a esos aspectos de nosotros mismos que hemos proyectado hacia otras personas. Esto puede interrumpir nuestras relaciones. Podemos encontrar que otros no lo son las personas que pensábamos que eran. A veces nos encontramos con que las relaciones y las actividades que nos satisfacían en el pasado ya no son apropiadas en la siguiente etapa de nuestro viaje. Tenemos que volver atrás y empezar de nuevo.
Este proceso puede ser doloroso y debemos reconocer la ambigüedad de la Carta de Los Amantes. La deidad que preside, Eros o Cupido, tiene en sus manos un arco y una flecha de punta afilada. El amor es inevitablemente doloroso y trae consigo el miedo a perder lo que tenemos. Es una tendencia humana natural a buscar refugio en la seguridad de lo conocido. Tememos lo desconocido y al cambio. Pero si confiamos en el proceso de cambio interior, si vamos a través de él y más allá de él nos encontramos con que somos seres mucho más grandes y más ricos de lo que pensábamos.
Los Amantes pueden simbolizar la unión entre el yo y el otro ser humano, entre el yo y la humanidad en su conjunto, entre el yo y la biosfera de la que formamos parte, o entre el yo y lo Divino. Todos estos tipos de «matrimonio» o unión son importantes en el Paganismo. Es nuestro amor por algo más amplio y profundolo que nos lleva más allá de nuestros propios deseos e intereses personales: el plomo se convierte en oro.
De esta manera surge una conciencia que ya no está encarcelada en lo pequeño y extra sensible del mundo personal del ego, sino que participa libremente en un mundo más amplio de intereses objetivos. La conciencia ensanchada ya no es tan hipersensible, ególatra en cuanto a los deseos personales, temores, esperanzas y ambiciones que siempre tienen que ser compensados o corregidos por el contrario-tendencias inconscientes; en cambio, es una función de la relación con el mundo o con los objetos que atraigan al individuo hacia lo absoluto, una unión y comunión indisoluble con el mundo en general.
-Carl G. Jung (1916/1928/1935). Las relaciones entre el ego y el inconsciente.
En CG Jung (1966 ed.), Las obras completas de C.G. Jung, vol. 7 Londres: Routledge & Kegan Paul. p. 178; párr. 275.
En preparación para el Verano, podemos preguntarnos: ”’¿Cómo puedo casarme con las distintas partes de mí mismo para llegar a ser lo que realmente soy? ¿Cómo puedo dejar de lado el miedo y aceptar el cambio?” Géminis es un signo del zodiaco que ama y abraza el cambio; así que vamos a ser agentes de cambio: cambiando nosotros mismos y cambiando la forma en que interactuamos con el mundo, para que podamos interactuar con el mundo que nos rodea y servirle.
Artículo escrito por Vivianne Crowley para su columna “Greening the Spirit” en Patheos.com Traducido al Español por Madelaine Benítez (LaMadduk) For English press here.
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