Mis días como matrona y noches como bruja por Eleanor Bone

Traducción cortesía de Silver Circle España

Durante el día es la Matrona Bone, dirigiendo una residencia de ancianos en un suburbio de Londres. Durante la noche se convierte en la Bruja Bone, suma sacerdotisa de un coven, dedicado a las artes mágicas. En esta entrevista con GLENDA BANKS nos cuenta sobre su extraña doble vida, y pide que juzguéis: ¿Soy adecuada para dirigir una residencia de ancianos?

Ha sido un poco difícil mantener mi vida privada separada de la profesional. Pero mi secreta ha sido revelado por fin y no me importa mucho quién lo sepa.

Veneración

Dejad que os hable de mis dos vidas… En mi residencia tengo nueve ancianos bajo mi cuidado.
En mi piso, en el que se quema incienso y los cuchillos se dejan sobre el altar, 12 miembros del coven me siguen en mi veneración.
Todo esto puede sonar extraño pero, de hecho, mis dos vidas funcionan en perfecta armonía.
Y no hay necesidad alguna de preocuparse por el anciano a mi cuidado. En casa me guío por el libro de medicina.
El Consejo del Condado de Londres, quien me dio la licencia para mi residencia, conoce mi otra vida; y se trata de algo más que de si me atrevo a tratar a mis pacientes con mis propios remedios herbales, hechizos y magia brujeriles.
Os hablaré sobre uno o dos de mis pacientes; ancianos que ya han fallecido.
Una era una apreciada anciana de Monte Carlo. Tenía 84 años y era una adicta crónica a las drogas. Había estado enganchada a la morfina durante 40 años.

La Matrona Bone con uno de los residentes de la residencia de ancianos que dirige de día. De noche se convierte en una bruja y baila desnuda en rituales mágicos.
La Matrona Bone con uno de los residentes de la residencia de ancianos que dirige de día. De noche se convierte en una bruja y baila desnuda en rituales mágicos.

La cuidé durante 6 años.
Cuando murió, su familia estaba tan encatada con el modo en el que la había cuidado que dejaron un sobre lleno de dinero. Otra mujer anciana se fue dejándome todo lo que tenía en este mundo.
Un dulce y caballeroso anciano que murió cuando tenía 85, me dejó algo de plata antigua que ahora utilizo para realizar mis «ceremonias del arte». Pero uno de mis mayores tesoros es un anillo egipcio de hace 2000 años. Me lo regaló un paciente moribundo.
Sin embargo los vivos también me recuerdan con gratitud. Más de un querido anciano me ha confiado absoluto poder notarial para sus asuntos para sus asuntos de negocios. Una tiene una propiedad y yo recojo su renta. No creo que el hecho de que sepa que soy una bruja marque mucha diferencia. Todos mis ancianos confían en mí.
Pero no les molesto celebrando mis reuniones de brujería en la residencia. Sería demasiado ruidoso. A menudo me he preguntado qué pensaran mis vecinos deThe Towers sobre los saltos. Bueno, les digo que soy yo moviendo los muebles. Mi coven se reúne en el salón.
Saco todo fuera de la habitación, despejo el círculo mágico de la alfombra. Y montar un altar no es tarea sencilla Utilizo un antiguo baúl grande en el que dejo mis cuchillos rituales.
¿Sacrificio? Nunca. La gente confunde a personas como yo con la Magia Negra.
Dicen que el vino y las tortas que administro a mi coven mientras se arrodilla son una parodia de la Sagrada Comunión. ¡Tonterías! Son símbolos de las cosecha, y simplemente damos gracias a los dioses por las uvas y el grano.
Es cierto que estamos desnudos en nuestros rituales, pero el motivo es nuestra búsqueda de la pureza. No llevamos ropa porque trae partículas ajenas dentro del círculo mágico.
Nuestro círculo mágico es purificado con agua y sal. Es un gran anillo trazado al principio de cada ceremonia. Es trazado simbólicamente con la espada de las brujas; pero yo lo he dibujado en mi alfombra para ahorrar tiempo. Una vez el círculo es creato, la suma Sacerdotisa (esa soy yo) salpica agua con sal por encima de este. Puedes llamarlo nuestro equivalente al Agua Bendita.
Cuando el círculo ha sido purificado de esta manera, ningún miembro del coven puede entrar a no ser que esté desnudo, ya que una simple mota de polvo de nuestra ropa diaria puede echar a perder nuestra magia. Por favor, no echéis a correr con la idea de que celebramos una orgía sexual. Mi coven está formado por hombre y mujeres de mediana edad; la clase de personas que te encuentras en la cola del autobús. No hay nada sexualmente atractivo en que estemos sin nuestra ropa. Nos lo tomamos todo seriamente, y todo miembro potencial del«Arte» es observado de cerca durante tres meses antes de que su nominación se someta a votación. Somos así de selectivos. Como Suma Sacerdotisa del coven he tenido mi cuota de cartas de chalados, pero siempre he tenido una stock de respuestas para este tipo de personas raras: Les escribo y les digo que lo que necesita en un psiquiatra, no una bruja.

Comodidad

Tengo 52 años, suficientemente mayor como para conocerme y el «Arte» es mi religión. Pero no lo infiero en los ancianos que pagan por una cama en mi residencia.
No hay abracadabras cuando necesitan ayuda espiritual; llamo al sacerdote o pastor de su confesión. Pero, si deciden morir entre mis brazos, les confortaré lo mejor que sepa. Los rumores pueden decir lo que quieran. Incluso han nombrado a mi sitio favorito en el bar local como «la esquina de la bruja». Sin embargo, reto a cualquiera a poner tacha en el modo en el que dirijo mi residencia. ¿Soy adecuada para dirigir una residencia de ancianos? Juzga tu mismo. Matrona Bone o Bruja Bone; tú decides.
Y si tienes problemas para dormir esta noche pensando sobre brujería, toma este consejo del caldero de la Matrona: Dos cucharaditas de miel con leche caliente son un estupendo sedante… nunca escucharás los saltos a la noche.

Eleanor Bone
6 junio de 1964
Tit-bits

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